Seligman es un psicólogo muy reconocido por ser el impulsor de la psicología positiva. Una rama que se dedica al estudio científico del bienestar del ser humano.
Entre sus muchas aportaciones se encuentra la creación junto a su colega Peterson de un listado de veinticuatro fortalezas psicológicas organizadas en varios bloques. Uno de ellos se refiere a la trascendencia entendida como la capacidad de conectar con “el universo” y darle significado.
Así de mística me he puesto hoy para hablar del humor porque curiosamente es una de las fortalezas que se incluyen dentro de nuestra capacidad para trascender. Cuando reímos el afecto positivo toma el control, liberamos endorfinas, reducimos estrés, mejoramos nuestro estado físico y en consonancia nuestra calidad de vida aumenta. Todo ello está demostrado, así que ¿por qué no procurarlo?
Hoy propongo varias lecturas con las que sacar la sonrisa a paseo
🙂

Mejor Manolo (Elvira Lindo)
Nada como rescatar a uno de los personajes que de pequeña más me hizo reír. Esta entrega se hace tras una serie de libros de Manolito.
Lo que provoca comicidad en estas lecturas es la agudeza ingenua de su protagonista y que tan bien refleja nuestra sociedad, mal nos pese. La pena es que Manolito se nos hace mayor y a saber qué pasa con él, pero sobre todo con nosotros (sus lectores) porque sin él, el mundo mundial sería un poco más gris o por lo menos el pequeño mundo de Cuentalibros. Manolito o Manolo ¡no nos dejes!

Memorias de una suegra (George R. Sims)
Jane Tressider es un ejemplar que a algunos sorprendería, una mujer de armas tomar que se escuda con papel y tinta para despachar con franqueza y sinceridad sus memorias. La cuestión es darse de lleno con un topicazo: ser suegra. Sin perder de vista el tiempo en que fue escrita, esta especie de diario nos refleja las costumbres y modos de vida sociales de la clase media alta y contemporánea de G. R. Sims. Irónica y afilada, su humor genera como mínimo simpatía. Una novela con la que esbozar alguna que otra sonrisa picaruela por los momentos y devenires de la sufrida suegra.

La dulce envenenadora (Arto Paasilina)
Esta novela retrata la plácida vida de una viuda (Linnea Ravaska) de pelo blanco y menudita que vive en una pequeña casa roja. Una vida plácida hasta que hace acto de presencia su sobrino con un par de amigos y la transforma en un martirio. La señora huye y comienza a perfilarse todo un personaje. Culmina la novela con un hilarante derroche de imaginación y un sentido del humor muy peculiar.

Matemos al tío (Rohan O’Gardy)
Matemos al tío es una historia lúgubre y oscura, sin embargo, para descorrer las cortinas O’Grady hace uso del humor…, vale, puede que negro; pero también del género de aventuras. Una obra de buen gusto, pluma firme y técnica hipnótica. En el anexo de un temor muy sibilino sobre la inocencia y al maquinar de los niños protagonistas. Un caramelito cargado de picardía cuyo desenlace me hace confirmar la frase de contraportada: alegremente siniestra.

Una humilde propuesta (Jonathan Swift)
Emplazada en la que se denomina primera burbuja financiera de la historia aquí la pesimista visión de Swift sobre el ser humano y el término clave para abordar la lectura: parodia. Además de a Gulliver, Swift tuvo a bien dejarnos esta pieza donde el humor satírico da salida a la indignación (y con bastante mala leche, a decir verdad).

Una lectora nada común (Alan Bennett)
Se trata de una novela corta cuya protagonista no es ni más, ni menos que la mismísima reina madre de Inglaterra. Todo comienza con la adquisición de un libro por parte de Isabel II en una librería ambulante que se instala cada miércoles en palacio. Acceder al jardín de la literatura producirá grandes cambios en la reina. El humor que ostenta está en el filo con lo respetuoso y elegante. Aunque algún autor de los que citan no salen bien parado. Un libro de libros y con humor ¿qué más se puede añadir?
Y vosotros ¿qué libros recomendáis por su buen humor?
Edito: Esto viene a que el libro de Margarita Dolcevita contiene mucho humor y me parece que es algo que hay que mantener siempre en buen estado 😉
25 Comments
¡Qué bien! Risas… ¡Cuánta falta hacen! Tomo buena nota de Mejor Manolo, y de alguna que otra que he visto por ahí. En cuanto a una recomendación, me he dado cuenta de los pocos libros de humor que conozco. Tengo que ponerle remedio rápidamente. Abrazos.
Hacen falta, esta entrada viene a que empecé la semana hablando de un libro divertido. El humor sienta bien y el humor «bueno» para mi es el que resulta ingenioso. Tampoco creas que me ha resultado sencillo dar con títulos así de sopetón. Así que habrá que poner remedio.
Abrazos
Echo en falta algún cómic pero claro la lista es tuya. Yo me llevo apuntado un par de ellos pero cuando quieras algún apunte de una novela disparatada avísame.
Bien dicho, estuve por poner La volátil que a mi me parece muy divertida y me hace gracia pero al final no la he incluido. Me interesa lo disparatado, dispara hermano 😉
Mi trascendencia anda algo estropeada, no me entiendo con un universo que me da una patada y me manda a un rincón. Aunque siempre puede venir alguien y decirte aquello de «No permitiré que nadie te arrincone» y sacarte al escenario.
Es muy necesario reírse, claro que sí. Me apunto la señora de la casa roja. Oye, y lo de la mala leche de Swift, viniendo de donde viene era de esperar.
Mi recomendación sin duda alguna es Margarita Dolcevita, nunca me he reído tantas veces con un libro.
Besitos de nieta en claroscuro.
¡Hola M!
Jsutamente ves que yo hablaba de humor también en el blog…. Me gustaría saber (cuando pases a leerlo) qué opinas sobre mi entrada.
Yo soy una persona que necesita humor, vamos que soy más payasa que el de IT de Sthephen King, porque soy positiva y me gusta ver las cosas desde esta perspectiva, pero no respecto a todos los temas. En materia de enfermedades, por ejemplo, no. (ya lo verás).
Ahora…… seguro voy a leer uno de tu lista, SEGURO, el de la suegra. Ahora que no me oyen, jajajajja. Lo quiero o sí o sí.
Margarita Dolcevita ya te dije que lo anoté., y bueno, hay varios títulos que has puesto que me atraen. Como siempre, para toquitear en la librería y decidir qué se viene conmigo.
Excelente esta entrada, de verdad.
Besotes.
Hola guapa
Me paso por tu blog en breve. He tenido unos días moviditos y con poco tiempo, tengo que actualizarme de vuestras publicaciones. Tu sabes, a veces no se puede llegar a todo, para esos casos el humor ayuda 🙂
A husmear por la librería, lo bueno de traer libros no muy actuales es que muchos resulta fácil encontrarlos incluso en bolsillo, ya me contarás si alguno te arranca la sonrisa.
Margarita es todo un espécimen, jejeje.
Gracias excelentes, así una se anima a publicar 😉
¡Besotes!
VAle, me he anotado todos menos «La dulce envenenadora» que me lo acabo de comprar, jijijijiji.
¡Ya te contaré!
Besosss
Jajajaja, esa envenenadora… verás. Besossssss
Me quedo con Mejor Manolo de Elvira Lindo, me encanta Manolito 😀
Sabía que a ese carro de Manolo te subías (¿puede ser más «agudo» el comentario?, ironía ON*)
¡Besos amiga!
Hace tiempo que tengo ganas de leer los libros de Manolito gafotas.
Yo me reí mucho (a carcajadas) con El último trayecto de Horacio Dos, de Mendoza. Es un sinsentido pero que me pilló en el día tonto y me divirtió mucho.
P.G. Wodehouse es un autor que también me divierte mucho.
Besos!
A mi los libros de Manolito siendo pequeña me encantaban, cuando salió este temí no terminar de pillarle la gracia pero no hubo problema, el chaval se la gana y forma parte de esos personajes entrañables a los que me gusta visitar.
No he leído el libro de Mendoza (leí el de Sin noticias de Gurb) pero me lo llevo junto a Wodehouse, ¡Gracias!
Besotes
Esta vez no he leído ninguno, así que voy anotando.
Besotes!!!
Pues te llevas unos pocos para la saca
Un besote Margari
Ha sido ver «Mejor Manolo» y recuerdazos de tiempos mozos cuando uno se iniciaba en esto de pasar páginas.
Es cierto que siempre es necesario el humor, en cualquier esfera, más en la literaria. Reconozco que es uno de esos géneros con los que no me es fácil acertar.
Por cierto, de Paasilina solo he leído «Delicioso suicidio en grupo», que tenía también su retranca y su tragicomedia.
Besines!
De verdad, qué «aventuras» rocambolescas y cotidianas las de este niño, me hace gracia su desparpajo (en mis tiempos, incluso se publicaban fragmentos en un suplemento del periódico para niños, ¡no ha llovido! Fue ayer)
Igual que creo que es necesario el humor, también lo veo complicado, es algo bastante personal, me paree más sencillo conectar con otras emociones del lector más salientes que dar con la tecla de la gracia. Tampoco es que vaya buscando la risa en los libros pero… a nadie el amarga un dulce.
Recuerdo lo del suicido en grupo, ¿sabes qué? lo tengo que leer, me lo refresco en mi lista.
Besines 🙂
Los libros de Jorge
Ibargüengoitia son buenísimos y tienen mucho humor y detrás de ese humor esta la critica.
Hola Maritza
No lo conozco pero lo tengo en cuenta para echarle un vistazo. Gracias por la recomendación.
Saludos
Yo he de reconocer que el humor en los libros me cuesta, es muy difícil que me hagan reír, salvo con Manolito gafotas que me encanta y siempre lo consigue
Besos
Como le comentaba a Rober, a mi también me parece difícil, tampoco es que me ría a carcajadas fácilmente pero al menos la sonrisa, alguno, me la gana. Manolito es que nos tiene ganados a unos cuantos 🙂
Besos
Ohhh, me está gustando esto de recuperar los títulos leídos y la agrupación tan idónea. Pues mi humilde aportación es una de la serie rara avis de Alba «Pero…¿quién mató a Harry?», ay, por favor, me encantó y me reí mucho. Tiene su adaptación en cine clásico también. Un besote!!
De vez en cuando una vista atrás para el rescate y para saber donde recurrir si necesitamos tal o cual asunto. En fin, socia, tengo ese anotado hace mucho (por ti) y todavía no lo he leído, vamos, que no debería ya posponerlo mucho ¡no puede ser!
Un besote
Ohh que entrada más guay… Es importante tener un listado así al que recurrir en casos de urgencia… De esa lista he leído un par de ellos. El de Bennett es fantástico y Elvira Lindo me encanta. Memorias de una suegra lo tengo en mente hace mucho. Gracias por el aporte. Besos
Hay que ir alternando dramas y otros bocados, la verdad, yo cada vez lo necesito con más frecuencia para una mejor vida lectora. El de Memorias de una suegra es muy simpático, que no se pierda, ya verás, menuda familia y qué desdichas 😉
Besotes