Instrumental (James Rhodes)

Posted: 23 octubre, 2017 by Marilú

288 páginas, Blackie books

A estas alturas de la película venir a descubrir un libro que ha dado tanto que hablar es quedarse muy lejos de primicia, novedad o aquello de «no te lo pierdas», por lo que contaré como fue mi experiencia con Rhodes. Para empezar, lo empecé y para continuar la dejé a medias en la primera lectura.

Como imagino que sabe la mayoría, el libro son las memorias del autor, un reconocido pianista contemporáneo que cuenta, entre otras muchas experiencias, lo que ha supuesto para él ser víctima de abusos sexuales siendo un niño. Su intención es visibilizar este horror, plasmar que la música salva. Esta verdad podría extenderse a que la pasión por algo ayuda (y mucho) a superar, a seguir adelante y para expresar una vivencia dura.

Pues bien, en esa primera lectura se me atragantó, no estaba para asistir al recorrido vital de alguien pasando picos y valles, ni para experiencias tan desoladoras. Mi tono era el de alguien con ganas de ver el lado bueno de las cosas, alguien para quien la vida debía tener pleno sentido, cosas agradables y canciones felices. Creo que ambos estados son lícitos, ambas posturas se alternan.

Lo que me empujó a retomar la lectura fue escucharlo en la Noche de los libros de mi ciudad. Sus comentarios, el humor, entereza y sobre todo la entrega. Dedicarse a lo que realmente te gusta, me gana, le pedí la firma (bueno, mi hermana) y me lo llevé a casa, esperé el momento y lo leí días previos a la asistencia a uno de sus conciertos. Preparándome para la experiencia que propone que vivas en Instrumental.

Experiencia que recomiendo vivir: ¡asistir a un concierto suyo!

De este segundo encuentro he salido en paz y serena, con las ideas claras y con algunos motivos para dar la razón y otros para rebatir. Esto es genial. Cuando a un libro le puedes seguir dando vueltas.

Instrumental es un texto muy personal y como tal expone lo que para Rhodes debe ser la vida, las relaciones, tener hijos y un largo etc. Algo respetable y con lo que uno puede disentir.

Por otro lado, hay partes donde argumenta lo que supone el ingreso psiquiátrico, las autolesiones o la ideación suicida, temas muy presentes pero silenciados. Como además de leer novelas estudié psicología (y conozco algo del entorno clínico) soy consciente de que algunas de las carencias y problemas que reflejan.

En resumen, hay tres tiempos que el libro toca y que me gustaría destacar. Pasado, presente y futuro. El primero puede ser una fuente de aprendizajes, un lugar para recoger lo que nos sirve, pero hacerlo lastre, eso…, lastra. De manera que pasar por encima de los traumas, nudos o sencillamente, eventos no resueltos es mala idea. Primera advertencia del autor.

El presente es el lugar desde el que podemos decidir y actuar. El que Rhodes presenta incluye a personas queridas (como su hijo, pareja, amigos, etc.) y la música (para respirar). Elementos esenciales que dan sentido. Pero además señalan la importancia de tener (y pedir) ayuda, de hablar y no callar más.

Para el futuro propone su utopía, una visión de cómo acercar a tipos como Beethoven, Chopin y Bach a los menos estirados, a jóvenes y no tan jóvenes, la música como expresión emocional, como experiencia artística, placentera y necesaria.

En definitiva, tres tiempos y una novela por los que en algún momento toca pasar.

Para mí eso es la vida. Algo estimulante, inspirador, satisfactorio y digno. Esto no solo se aplica a la música y a la escritura, sino también a las relaciones, el amor, la amistad, el cuidado de otros. Lo importante, en último término, es la forma en que nos expresamos y nos valoramos. Y en mi mundo diminuto, eso supone una revolución; me permite sustituir toda la energía negativa, pesada y prescindible de mi vida por algo liberador y valioso.

Emoción predominante: Empatía. Porque es difícil ponerse en el lugar de otro. Rhodes te permite conocer su mundo.

Para cuando quieras hacer algo que te parece difícil.

Títulos relacionados:

  • Tu amor es infinito (María Peura). Un libro de ficción sobre el abuso sexual infantil. Narrado con una belleza extrema. Desgarrador.

Aunque el perdón y la meditación, leer y escribir, hablar y compartir, todo eso ayuda, para mí la creatividad es una de las herramientas más profundas para superar el trauma.

7 Comments

  • Norah Bennett 23 octubre, 2017 at 9:27 am

    Pues yo ya he pasado y ya he cumplido. No con este músico sino con otro, (el que estás pensando no, a ese lo único malo que le ha pasado en la vida ha sido tener que llevar gafas en el cole), es otro que pasó por una experiencia muy similar a Rhodes, se llama Rufus Wainright, su libro «There Will be rainbows», y claro, con ese título… El caso es que luego la resolvió igual así que lo dicho, ya tengo los deberes hechos.
    No estoy de acuerdo del todo con eso de que la creatividad ayude tanto, a veces puede llevar a ideas descabelladas. También es verdad que de las dos cosas que aprendí en el conservatorio, una es que los músicos son más raros de lo normal, tienen como un plus.
    Además como veo que el hecho de haberlo conocido te ha ayudado a verlo y entenderlo de otra manera, creo que a mí me pasaría como a ti la primera vez.
    Besos de nieta con cerebro centrifugando.

    Reply
  • Marina Ortega 23 octubre, 2017 at 3:58 pm

    Sé que tengo que leerlo, sobre todo porque quiero y me apetece. Pero también porque creo que me pierdo algo grande sino lo hago. El cuándo ya es otra cosa. Me ha gustado mucho tu reseña y sí, también me gustó escucharlo aquel día en La Térmica 😀

    Reply
  • Margari 23 octubre, 2017 at 10:28 pm

    Un libro que hay que escoger en el momento adecuado. Y sí te soy sincera, lo tengo apuntado, pero no sé si le va a llegar su momento. No lo sé…
    Besotes!!!

    Reply
  • Narayani 23 octubre, 2017 at 11:37 pm

    Lo tengo pendiente desde hace mucho tiempo y reconozco que me da un poco de miedo ponerme con él y que me defraude. Por tu opinión creo que no será así, pero no puedo evitar dudar.

    Besos!

    Reply
  • Buscando mi equilibrio 24 octubre, 2017 at 5:39 pm

    Has hecho una «crítica» muy buena, o mejor dicho análisis.
    Lo que a mí me pasó es que tuve sentimientos encontrados. ME gustó por la crudeza de lo que relata, porque aunque son temas durísimos, me gusta leerlos, valorar otras perspectivas, otros prismas. Y por esa parte me encantó.
    Por otra, me costó un poco realmente adentrarme y familiarizarme con su prosa, su forma de narrar tan directa e intentar entender el mensaje que quería lanzar.
    Y finalmente, después de reposada, lo entendí y de sobra, porque es una novela perecedera, de un personaje real.

    ME enamoré en una entrevista que le hicieron, tocando su piano, y entonces aún entendí más su manera de volcarse con sus teclas y la necesidad de sacar a flote toda esa «mierda».

    (COn perdón de la expresión)

    Besitos.

    Reply
  • Carla 27 octubre, 2017 at 6:15 pm

    Lo leí hace unos meses y aun a día de hoy me regresa a la cabeza, le pienso mucho. Hay que estar lista para leer este libro, la verdad es que no cualquier momento es válido, pero si se busca, es un libro que marca, al menos a mi lo hizo
    Besos

    Reply
  • RO 29 octubre, 2017 at 9:51 pm

    ¿Estudiaste psicología? no lo sabía XD Bueno, de eso se trata, te contar lo que hace sentir, aunque no sea en el momento del boom. De hecho, yo todavía no lo he leído. No me veo capaz, pese a lo que me gusta, a lo que disfruté también aquella noche etc. Ya veremos. Besotes.

    Reply

Leave a Reply