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El bar de las grandes esperanzas (J.R. Moehringer)

Posted: 13 febrero, 2022 by Marilú


El bar de las grandes esperanzas (J.R. Moehringer) Duomo ediciones. Traducción: Juanjo Estrellas, 464 páginas

Cuando me planteaba escribir sobre este libro y valorar su lectura, me recordaba que se trata de unas memorias y que, por tanto, me guste más o menos como se desarrollen los hechos, se trata de una “verdad” entre comillas. Aquella que nos contamos a nosotros mismos acerca de quien somos y de dónde venimos. Aunque para el autor, en parte, se trate de las verdades que le contó su madre para salir adelante. Y que quieren que les diga, me rindo ante la verdad.

Nos situamos en Manhasset (Nueva York) según nos describen, lugar conocido por el lacrosse y el alcohol (ya se intuye a donde vamos). El actual periodista y escritor, utiliza sus siglas (JR) sin puntos para hablarnos de la identidad y de lo que supone tener un nombre, vivir en una familia monoparental, la conducta de tus familiares, la perplejidad y la pérdida cuando el mundo parece hostil.

El bar de las grandes esperanzas nos relata el proceso de madurez y se detiene a los 36 años del protagonista. La lectura se divide en dos partes y los capítulos nos van presentando secuencialmente los nombres, apodos y personas que influyeron de forma directa o indirecta sobre el autor. Esta estructura agiliza la lectura y acrecienta las ganas de seguir descubriendo.  

Entre las muchas verdades o entre las muchas mentiras, una que parece orientar en gran medida la narración es la figura del padre. Para el autor y protagonista, su ausencia y la voz (ya que podía escucharlo locutar en la radio) suponen una necesidad imperiosa y una búsqueda de referentes masculinos que lo llevan a bordear lo razonable. Pero habrá otras voces en este trance, la de Sinatra, la de su tío, la del abuelo, las de los hombres. Y ahora, al bar.

«La vida consiste en escoger que voces sintonizar y que voces no«

Título, primera página y desarrollo inciden en la importancia que tuvo el bar, el Dickens al inicio, el Publicans después. Asociado al bar, el leitmotiv son los hombres que allí bebían, las historias que contaban, las apuestas que hacían, los dramas que ahogaban.

En resumen, se configura el bar como un fortín ante inclemencias, pero también como una perdición. Sin ánimo de ser moralistas, de alguna forma, me alineo con la postura de su madre. Que ir al bar no está mal pero que tu vida ronde en torno a una barra puede llegar a ser un problema gordo.

«Me enamoré de ese bar, y fue un amor recíproco y fue esa historia de amor la que dio forma a todas mis demás historias de amor»

Esta novela ha sido de lo más absorbente que he leído desde hace tiempo. ¡Estaba deseando saber que fue de JR! A favor, las múltiples referencias literarias y la conclusión acerca de la función que los libros para acompañar y asentarnos. Por el contrario, las tropecientes referencias locales, nombres propios, defensas del alcohol e insistencia por el mundo de las apuestas y la puntuación (aquí tengo que consultar con mi correctora de confianza) pero creo que entorpecían un tanto el camino.

Pese a los mínimos escollos, El bar de las grandes esperanzas es un libro que recomiendo encarecidamente. Una lectura que me ha permitido salir de mi lugar en el mundo, empatizar, incluso comprender actitudes que se me escapan. En algún sitio he leído que es un libro de hombres, donde el silencio aprieta y la falta de expresión emocional condiciona. Lo que yo extraigo es una historia de crecimiento, donde los referentes son importantes y las decisiones nos van colocando en el punto donde volver a decidir. Una vida que parece un juego, en la que nos toca gestionar la barra libre.  

Íbamos para todo lo que necesitábamos. Cuando teníamos sed, claro, y cuando teníamos hambre, y cuando estábamos muertos de cansancio. Íbamos cuando estábamos contentos, a celebrar, y cuando estábamos tristes, a quedarnos callados. Íbamos después de una boda, de un funeral, en busca de algo que nos calmara los nervios, y siempre antes, para armarnos de valor tomando un trago. Íbamos cuando no sabíamos qué necesitábamos, con la esperanza de que alguien nos lo dijera. Íbamos a buscar amor, o sexo, o líos, o a alguien que estuviera desaparecido, porque tarde o temprano todo el mundo se pasaba por allí. Íbamos, sobre todo, cuando queríamos que nos encontraran.

8 Comments

  • Norah Bennett 13 febrero, 2022 at 2:05 pm

    Pues al final he venido hoy. Me quedo con que te sacó de tu lugar en el mundo y además te hizo comprender algo que no compartías, eso ya tiene mucho mérito. Siempre me asalta la duda de cuánto es culpa del autor original y cuánto del traductor o el corrector. Son muchos a repartir responsabilidades, jeje.
    Me gusta ese ambiente de bar de barrio, que es como me lo he imaginado. La madre tenía razón, por otra parte, es una manía que tienen las madres a menudo, la de acertar y tener razón.
    Lo tenía descartado, algunos resaltaban más esos peros.
    Besitos de nieta que dice mañana cuando quiere decir hoy

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    • Marilú 14 febrero, 2022 at 8:35 am

      Tampoco sabía decir si el tema de la puntuación es por el original o por la traducción/corrección. Supongo que dependerá del caso.
      Es un bar de barrio pero más estilo copas, no tanto como el que tenemos aquí, yo lo tengo más por los pubs extranjeros pero bueno, ya cada una lo puede imaginar como quiera. La madre en esta historia creo que es de las más sensata y más o menos. Ya he visto que hay opiniones para todo, me alegro de haber caído en el grupo de los que sí. La verdad es que me ha gustado mucho descubrirlo.
      Besitos de qué sano es cambiar de opinión cuando sea

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  • margari73 13 febrero, 2022 at 6:47 pm

    Pues lo has disfrutado mucho pese a esos pequeños peros. No descarto su lectura si se pone en mi camino.
    Besotes!!

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    • Marilú 14 febrero, 2022 at 8:36 am

      Holaaa, sí, sobre todo lo de la puntuación me saturaba aun poco pero me ha gustado mucho el trasfondo de la historia y ver como va creciendo JR.
      Besitos

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  • buscando mi equilibrio 13 febrero, 2022 at 9:52 pm

    Jo, a mí no me llegó tanto… Sí, el argumento me contó, el niño me enamoró y sufrí con él, al padre lo hubiera asesinado…. Pero todo en conjunto no me cuajó.

    Me alegra q a pesar de esas cosillas q a ti no, en general lo hayas leído a buen ritmo y te haya cautivado.

    Besos.
    P.D.: nena, ¡no descansas ni en domingo!

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    • Marilú 14 febrero, 2022 at 8:41 am

      El padre era digno de ser odiado pero ¡anda que el abuelo! ¡tampoco mejoraba la cosa!. Entiendo que pueda no cuajar porque a veces como que desconecta un poco pero cómo el niño se va transformando en adulto y va vivenciando ciertas cosas, me parece que lo refleja muy bien. Lo que te digo, en este caso sí pero también puedo comprender que haya a gente a la que no. Me alegro de caer en el grupo de los disfrutones porque cuando se me atraviesan 500 páginas sé que termino desistiendo.
      ¡Besos!
      P.D. jajaja, esta semana he tenido que hacer malabares pero aquí me mantengo con el hábito 😀

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  • Marisa G. 20 febrero, 2022 at 6:45 pm

    Lo leí en su momento. Recuedo incluso que con una foto del libro gané unos de esos sorteos de más libros (creo) que rondan por las rrss. A mí me cautivó la historia. Sin embargo, el otro día me senté a ver la película y la tuve que quitar. ¿Dónde estaba lo que yo había leído? No sé si es que no era mi momento o qué pero me aburrí. Voy a intentar darle una segunda oportunidad. Besos

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    • Marilú 28 febrero, 2022 at 9:28 am

      No eres la primera que me comenta que la película no merece la pena, creo que a este ritmo me voy a quedar con el buen sabor de boca un tiempo más.
      Un beso!!

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